La elección del Espíritu de Dios
Dios nunca necesitó a muchos para realizar Sus planes, basta Uno, pero Uno que esté dispuesto a oír la Voz de Dios y a hacer Su Voluntad.
Vea solamente:
Vea solamente:
Y Le era necesario pasar por Samaria. Juan 4:4
Había una necesidad de salvar aquella ciudad, pero, como los judíos no se comunicaban con los samaritanos, pues había una rivalidad entre ellos, ¿cómo entonces Jesús alcanzaría a aquellas personas, ya que, por el simple hecho de Él ser judío, Lo rechazarían?
Sin embargo, ya había un plan trazado por Dios:
Vino una mujer de Samaria a sacar agua. Juan 4:7
Una mujer, pero esa Una no parecía ser la más indicada a los ojos humanos, pues era vista en la ciudad con malos ojos, una mujer que ya había tenido varios maridos, pero Dios no la vio así, Él estaba listo a revelarse a ella.
Ahí estaba la oportunidad de ganar a las personas que habitaban en esa ciudad. Después de una larga conversación, esa mujer descubrió que delante de ella estaba el Salvador, y que Él estaba allí para salvarla y, a través de ella, salvar a muchos otros. Vea la actitud de esa mujer.
Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo? Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a Él. Juan 4:28-30
Y creyeron muchos más por la palabra de Él, y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente Este es el Salvador del mundo, el Cristo. Juan 4:41-42
¡Vea lo que Una persona puede hacer cuando se deja usar por Dios!
Quizás usted sea esa Una, pero piensa que no puede, que no es digna… Las personas que la rodean dicen que usted no tiene condiciones, nadie cree en usted.
Pero, si Dios ve dentro de usted ese deseo ardiente de ganar almas, Él va a hacer Su Obra a través de su vida. ¡Simplemente dispóngase!
Quizás usted sea esa Una, pero piensa que no puede, que no es digna… Las personas que la rodean dicen que usted no tiene condiciones, nadie cree en usted.
Pero, si Dios ve dentro de usted ese deseo ardiente de ganar almas, Él va a hacer Su Obra a través de su vida. ¡Simplemente dispóngase!
Hace 53 años Dios buscaba a alguien y, entre muchos, encontró a Uno, al obispo Macedo. Dentro de él nació el deseo de ganar almas, pero nunca tenía oportunidad, era despreciado por muchos, pues creían que él no tenía condiciones. Pero había llegado el momento de Dios en su vida, porque existía el deseo de ganar almas, de rescatar a los que estaban perdidos, y hoy somos millones.
¡Seamos nosotros también ese Uno entre muchos y hagamos la diferencia!
¡Dispóngase, Dios está con usted, y el Espíritu Santo le dará las condiciones necesarias para hacer lo que Él quiere!
Esta semana separe un poco de su tiempo y háblele de Jesús a por lo menos UNA persona, porque esa Una mañana va a hablarle a otra, y así va creciendo el Reino de Dios.
Blog Obispo Macedo.
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