“Quiero tener un encuentro con Dios, ¿cómo hago para lograr el nuevo nacimiento?” es una de las preguntas que siempre recibo. Veamos cómo sucedió con Zaqueo:
“Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.”
Podemos ver que primero tiene que existir en tu corazón y en tu mente un deseo ardiente y sincero de conocer al Señor Jesús. Esta sed de conocerlo va a hacer que luches y que incluso sacrifiques. Vas a buscar la presencia de Dios, te involucrarás con las cosas espirituales y te negarás a ti mismo, pues tienes que mostrar con actitudes que de verdad Lo deseas.
“Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose Yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y Le recibió gozoso.” (Lucas 19:4-6)
El segundo paso es humillarse ante la presencia de Dios. Vean que a Zaqueo no le importó nada, aun siendo influyente, se olvidó de todo eso para subir a un árbol y poder ver a Jesús. Entonces, no importa lo que tengas que hacer para alcanzar este milagro, tendrás que estar dispuesto a reconocer tus errores, dejar atrás todo lo que desagrada a Dios y reconocer que sin Él no eres nada.
“Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” (Lucas 19:1-10)
Tiene que haber una renuncia total, tendrás que estar dispuesto a renunciar a muchas cosas que te gustan, es decir, tendrás que dejar lo que está ocupando el lugar de Dios en tu corazón. En el caso de Zaqueo era el dinero, no sé cuál es tu caso. Tendrás también que estar preparado para ser criticado y juzgado por los demás, pero si tu cambio es verdadero, Dios va a entrar en tu corazón. Aunque nadie crea en ti, sigue adelante, pues Dios conoce tu interior.
Sé sincero y haz tu parte, Jesús no le dijo a Zaqueo lo que tendría que hacer, sino que él sabía lo que era necesario para alcanzar la salvación.
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