Muchos jóvenes se han hecho esta pregunta, ¿Por qué será que no logro tener un verdadero encuentro con Dios?, ¿Por qué a pesar de estar en la iglesia yo no logro estar más cerca de Dios?
Unas de las actitudes que hemos observado en los jóvenes de hoy en día, es que alguno de ellos hasta van muy seguido a la iglesia, tratan de hacer todo como les es enseñado, hasta participan de la evangelización, limpieza, etc. y no entienden porque ellos no logran encontrase con Dios, pero tu joven que estás leyendo esto, reflexiona conmigo.
Hazte las siguientes preguntas: ¿Cómo yo trato a mis padres? ¿Los obedezco? ¿Les hablo con amor y consideración? ¿Soy respetuoso con ellos?
Y tal vez te estés preguntando, ¿qué tiene que ver esto, con tener mi encuentro con Dios? Déjame decirte que mucho, ya que la manera como tú tratas a tus padres, es la consideración que tú tienes por Dios, la Biblia dice que Dios es llamado Padre de los que creen en su hijo Jesús y nosotros somos llamados de Hijos de Dios.
Si tu tratas mal a tus padres terrenales, aquellos que miras, hablas, tocas y están contigo la mayoría del tiempo, ¿Qué puede esperar Dios de ti? ¿Cómo que Él puede creer que maltrates aquellos que ves y trates de maravilla al Padre celestial que no ves? Si estas distanciado de tus padres, muy probablemente lo estés de Dios.
El comportamiento que tú tienes con tus padres, determina que tan cerca de Dios estas o cuanto deseas tenerlo en tu corazón, es imposible ver a un joven ser grosero con sus padres y pensar que conoce a Dios o que quiere conocerlo.
“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da. (Éxodo 20:21)
Puedes darte cuenta que fue el primer mandamiento con promesa que nos hizo Dios, tal es su preocupación de querer ver a los hijos siendo obedientes a sus padres, sabiendo que el que fuese capaz de obedecerlos, no tendrá ningún problema con obedecer al Señor Jesús, con un corazón sincero.
Tú que deseas tener a Dios como tu Padre, empieza honrando a tus padres terrenales que Dios bendecirá tu obediencia a su palabra y estarás listo para que Él te llame de Hijo.
Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor, porque esto es justo. (Efesios 6:1)
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